En los últimos años, las retrogradaciones de Venus han empezado a cobrar importancia, debido a que ofrecen una ventana especial para trabajar el amor propio y la sanación de las heridas emocionales.
La retrogradación del planeta del amor y el deseo, como uno de los más significativos aspectos astrológicos de 2018, tendrá lugar entre octubre y noviembre, e involucrará un signo de agua y otro de aire.
05 DE OCTUBRE VENUS INICIA SU FASE DE RETROGRADACIÓN EN ESCORPIO
La retrogradación de Venus en el signo de Escorpión, representa un período cargado de intensidad emocional. Los celos y los dramas estarán a flor de piel, al igual que las relaciones de tipo obsesivas.
Este tipo de patrones pueden disolverse si optas por trabajar con ellos, a través de la conciencia y el perdón. Igualmente, Venus retrograda en Escorpión hace aflorar los traumas relacionados con la sexualidad, una característica que puede ser aprovechada con fines terapéuticos.
31 DE OCTUBRE VENUS RETROGRADA INGRESA EN LIBRA
Venus retrograda en Libra presenta los patrones negativos basados en la búsqueda (desesperada e incesante) de un compañero, llegando a enamorarse de la imagen mental que tiene del otro (idealización) y no de su personalidad.
16 DE NOVIEMBRE VENUS TRANSITA DIRECTO EN LIBRA
Al terminar la retrogradación de Venus, el sujeto abre los ojos a la realidad e intenta recuperar el balance emocional, centrándose primero en el yo, antes de considerar las posibilidades de formar pareja.
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